Dulce Pontes es, sin duda, una voz imprescindible para los amantes del fado y la música en general. Pianista, compositora e intérprete, se consagró como la renovadora del fado con su exitosa Canção do Mar -editada en todo el mundo en 1993 y una de las canciones favoritas del público-, tomando así el testigo de la gran Amalia Rodrigues.